Algunas fechas…
Newton en el siglo XVII pone de manifiesto el carácter ondulatorio de la luz.
Einstein descubre los fotones y Maxwell las ondas electromagnéticas.
1869: Maxwell publica su famosa teoría electromagnética de la luz.
“El etér vibra bajo la acción separada del campo eléctrico y de un campo magnético que es perpendicular al otro.”
“Estas dos vibraciones se combinan para dar lugar a vibraciones electro-magnéticas, cuyas longitudes de onda puede variar…”
1939: Semyon Kirlian acaba de reparar un generador de alta frecuencias cuando está atravesido accidentalmente por una descarga que no le hace ningún daño pero que provoca una manifestación de rayos colorados.
La luz está hecha de fotones pilotados por ondas electromagnéticas.
Las aplicaciones a la salud humana
Nuestros órganos emiten ondas de luz. De hecho sabemos que cada órgano tiene un color determinado que explica la longitud de onda que emite y permite definir ondas de salud para cada órgano.
Por ejemplo según ciertas investigaciones recientes un hígado con buena salud debería de emitir una frecuencia alrededor de 750 HZ, para un riñon será 1400HZ…etc. Como esta información no está, de momento, aprobada por el paradigma científico actual, las terapias frecuenciales pertenecen a lo que se llama « terapia empírica » basada en la experiencia.
Partiendo de esta observación, ya podemos medir un órgano sabiendo que su funcionamiento óptimo se encuentra en una franja de frecuencias predeterminadas.
Al usar la Kephrenoterapia y la electrofotografía numérica lo que medimos es la capacidad de la célula a emitir energía cuando la tocamos con un campo electro-magnético ajeno provocado a propósito desde una « Alta tensión ». La célula reaccionará a la exposición energética sacando su máximo potencial. Lo que medimos es la capacidad de reacción, es decir la energía disponible en la célula. Una célula en buena salud tendrá una reacción visible con una cierta cantidad de energía y una repartición homogénea de la energía en el organismo.