El deporte y la circulación de los fluidos de nuestro cuerpo
El deporte puede ser un modo de vivir o una actividad esporádica que permite al cuerpo moverse regularmente evitando el sedentarismo. Necesitamos movernos, usar nuestra musculatura, nuestras articulaciones, estimular nuestro « polo rítmico » (según la medicina de Steiner, el polo rítmico corresponde al corazón y a los pulmones) haciendo circular el aire a través de la respiración, y estimulando nuestra función cardiovascular con el esfuerzo. Los fluidos (sangre, linfa, líquidos) de nuestro cuerpo representan 99,9% de nuestra composición. La circulación de estos fluidos garantiza su calidad ya que circulando se detoxifican pasando por órganos tales como el hígado, los riñones, los pulmones…Para la medicina china, la sangre transporta nuestros « sentimientos ». Si la sangre está « viciada » quiere decir que la persona está llena de sentimientos negativos para ella que le impedirán tener claridad mental y poder de decisión. La sangre y la linfa necesitan circular para limpiarse, detoxificarse y mantenerse en su estado óptimo. Más tengo la sangre limpia, más puedo tener una claridad de pensamiento, una fuerza mental, un equilibrio emocional y una mayor capacidad de decisión y de acción « justa ».
Más clarificamos nuestros pensamientos, más podemos dirigir nuestra fuerza vital, nuestra energía de forma directa hacia nuestros objectivos. En coaching, el poder de la mente está muy vinculada al poder de la acción.
El deporte alto rendimiento y el espíritu del « guerrero »
Sentir nuestro cuerpo es como sentirse vivo, moviliza dentro de nosotros una serie de hormonas de las cuales los catecholamines (adrenalina y noradrenalina) que nos proporciona una sensación de bienestar y de placer. El deportista en general busca esta sensación pero también le gusta ir siempre un poco más allá de sus límites, superándose, saliendo de su zona de confort, demostrándose que siempre se puede, que todo es posible mientras uno se esfuerza y se entrena para la excelencia.
Corresponden a espíritus « guerreros », que nunca lo dejan, nunca abandonan.
El deportista de alto rendimiento tiene un capital de nacimiento
Si, eso creo. El atleta tiene una energía de nacimiento mayor (a menudo), y un metabolismo eficiente. El capital disponible es grande, y la manera de usarlo determinará la longevidad en la disciplina escogida y los resultados también.
El deportista de alto rendimiento tiene un regalo de nacimiento: un cuerpo resistente, fuerte, y suficientemente flexible para adaptarse a los entrenamientos y al esfuerzo. Su grado de recuperación es mayor y con una cierta atención se puede optimizar todavía más estas capacidades innatas.
Cuando hablamos de capital, hablamos de una reserva de energía disponible dentro de la cual el deportista puede ir a buscar esta energía extra en el momento del esfuerzo que marca la diferencia. Esta reserva no es inagotable. De hecho, tiene un límite. Aprender a renovar esta energía es algo imprescindible.
Se puede descansar, ir en alta montaña, tomar complementos alimentarios, hacer ejercicios energéticos tales como el TAI CHI, … en fin al final y acabo se trata de usar las técnicas más efectivas en el ámbito de la medicina energética. Si hablamos de ENERGIA hablamos de esta vitalidad, de esta fuerza de vida que hace 3000 años, llamaron el QI en China, el PRANA en India, o la ENERGIA VITAL en occidente.
La Kephrenoterapia y el deporte alto rendimiento
La kephrenoterapia pertenece a las medicinas del siglo XXI. Combina la medicina china, con los conocimientos en medicina cuántica sobre el uso de frecuencias determinadas para estimular cada órgano. Somos hechos de ondas de luz (fotones) que dan este color único a cada célula, y cada órgano interno. También está demostrado de que las ondas electromagnéticas pueden atravesarnos y entrar en resonancia con nuestros órganos. Cada órgano resuena con una frecuencia única de salud, también las hormonas tienen frecuencias determinadas. Por ejemplo las endorfinas que permiten bajan el nivel de inflamación se encuentran entre 1hz y 5,9 Hz. Podemos mobilizar, dentro de una zona muy inflamada, las endorfinas corporales para que ayuden a resorber la inflamación. Mandando frecuencias podemos interactuar con el cuerpo, ayudándole a sanarse.
La krephrenoterapia permite mandar una energía externa para que el cuerpo no tenga que buscar esta energía en su capital de nacimiento. Esta injección de energía es totalmente ecológica para el cuerpo que reconoce estas frecuencias y las usa para los trabajos que tiene pendiente.
Podemos hacer un check up bioenergético previo, para detectar las debilidades y las fuerzas energéticas de la persona. De allí definimos una estrategia enfocada a sostener el cuerpo en su esfuerzo de detoxificación, de mobilización de energía, de fuerza, de estructura, y de serenidad psico-emocional en caso de mucha emotividad.